miércoles, 13 de mayo de 2009

CARACAS EN CUATRO "ESPRESSI"

Hace poco he dado un paseo por Caracas. Como no podía ser de otra forma, visité algunos cafés e intenté fijarme en cómo preparaban el espresso. La verdad es que hubo contrastes: por una parte, hay cafés como el Miga's, con un local, un ambiente, que lo hacen sentir a uno cómodo, pero el café en sí, nada que ver. Después de hacer el pedido, me puse a un costado de la barra para fijarme en el proceso: en ningún momento el barista molió café ni nada, sencillamente dejó pasar agua a través del que ya estaba en el filtro; por supuesto, mi espresso no tenía crema alguna y sabía a quemado. Respecto a los cappuccini (americano e italiano), los sirvió en una copa de vidrio, no en la taza apropiada, y no tenían suficiente espuma como para ser un cappuccino.

Este fue el pedido en Miga's.

Algo parecido ocurrió en el café Olé. Mis anfitriones me hablaron muy bien del lugar y me creé buenas expectativas.
Apenas llegué, busqué con la mirada la máquina de espresso; vi con gusto que eran clientes de Buondi Caffè, me hacía pensar en que tendrían asesoría periódica sobre los equipos y el personal. Pero no, nada, otro espresso sin crema y casi "oxidado", si se me permite. Fue el único al que agregué azúcar (en Miga's intenté pero la gente a mi alrededor fue más rápida y no hubo para mí). Eso sí, el ambiente, con un jardín en el fondo, invita a descansar y todo eso...
Por otra parte, fui a un café del que sería, sin duda alguna, asiduo visitante si no fuera por el pequeño detalle de estar en otra ciudad alejada de la mía. Se trata de Arabica Coffee Company, todo un coffee house, donde reciben los granos verdes y ellos mismos se encargan del tostado. En el mismo local se puede ver la máquina. Siendo así, uno puede ir y comprar el café en granos o molido para el tipo de cafetera de la que se disponga (espresso, prensa francesa, greka, de filtro, etc.), y como los granos están en frascos bien identificados (finca, pueblo, estado, caracaterísticas...), podemos pedir la mezcla que más nos atraiga (para mí, ya eso es bastante). Pero además, son los primeros que he visto preparar café con latte art, lástima que sólo alcancé a pedir el respectivo espresso, al cual, por cierto, le faltaba un poco más de cuerpo, pero solo un poco; al menos éste sí que tenía la crema, pero se diluyó muy pronto; de todas maneras, de los tres que he mencionado, fue el mejor.
Y por supuesto, no me fui con las manos vacías: regresé con un poco de café, blend expreso italiano, para la casa. Luego comentaré sobre el mismo.

Vista de una parte de Arabica Coffee Company
desde unas escaleras

Por último, una buena conversación en la pastelería Danubio (Chacao). Acá pasó lo mismo que en Arabica: al espresso le hacía falta un poco de cuerpo, de crema. Éste no estuvo bien prensado. Según me comentaron, la barista molió el café y lo prensó (o "pisó") con el dispositivo que trae incluido el molino, es decir, que apenas si lo niveló, he ahí el error.
Bueno, es todo por los momentos, luego mostraré cómo me ha ido con el café del Arabica.
Saludos.

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